La falsa «crisis de los refugiados»
por Thierry Meyssan, La República
(España)
Mientras la prensa europea pulsa la cuerda
emotiva difundiendo fotos de un niño ahogado y publicando reportajes sobre las
multitudes que cruzan a pie los países de los Balcanes, Thierry Meyssan muestra
que se trata de imágenes fabricadas. Son imágenes que favorecen los intereses
del patrón de patrones alemán, Ulrich Grillo, y de la OTAN, pero que no
reflejan el fenómeno en su conjunto y empujan a los ciudadanos europeos hacia
respuestas que no resuelven el verdadero drama.
La prensa atlantista ha dado la mayor difusión a la
parte izquierda de esta fotografía. En ella aparece el cuerpo de Aylan Kurdi, un niño
sirio de origen kurdo, supuestamente fue depositado en la playa por las olas.
Pero, como puede verse en la foto, el cuerpo está
en posición perpendicular a las olas, cuando debería estar paralelo a ellas.
En el plano derecho de la imagen, la presencia de un fotógrafo turco de
uniforme confirma la idea de un montaje de la escena. Al fondo, se distinguen
varios bañistas.
Una ola de emoción cayó brutalmente esta semana sobre los
pueblos que viven en los países de la OTAN. Y bruscamente tomaron conciencia del drama de los
refugiados que tratan de cruzar el Mediterráneo, tragedia que dura desde hace años, ante la permanente indiferencia de
la opinión pública europea.
El cambio se debe a la publicación de una
fotografía que muestra al público el cuerpo de un niño ahogado, depositado por
las olas en una playa turca. Poco importa que esa imagen sea una grosera
escenificación: los cuerpos devueltos por el mar quedan en posición paralela a
las olas, nunca perpendicularmente a ellas. Poco importa también que en menos de 2 días casi todos los diarios de los
países de la OTAN hayan publicado instantáneamente la misma imagen en primera
plana. Ya se sabe lo libre y
pluralista que es la prensa occidental.
Trabajando en el mismo sentido, las
televisiones multiplicaron en estos días los reportajes sobre el éxodo de miles
de sirios, a pie, a través de los países balcánicos. Particular atención
prestaron al paso de esas personas a través de Hungría, país que comenzó
construyendo una inútil valla de alambre de espino antes de tomar, una tras
otra, toda una serie de decisiones contradictorias que dieron a las
televisiones la posibilidad de filmar repetidamente la multitud de migrantes
caminando a lo largo de las vías férreas y tomando los trenes por asalto.
«En
reacción» ante
la conmoción que habían suscitado en sus conciudadanos, los dirigentes
europeos, «sorprendidos» y contritos, ahora discuten acaloradamente sobre la
manera de socorrer a estos refugiados. Antonio Guterres, ex presidente de la
Internacional Socialista y actual Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados, intervino en el debate entre estos dirigentes preconizando «la
participación obligatoria de todos los Estados miembros de la Unión Europea». Y
agrega que: «Según estimados preliminares, los países europeos tienen una
necesidad potencial de aumentar las oportunidades de reinstalación en 200 000
plazas.»
¿Cuál es realmente el problema? ¿Quién está explotándolo y con qué objetivo?
Los refugiados del Mediterráneo
Desde el inicio de la «primavera árabe», en 2011, el número de personas que trata de
cruzar el Mediterráneo y de entrar en la Unión Europea ha aumentado
considerablemente, sobrepasando incluso el doble de cifras anteriores, y se elevó
en 2014 a 626 000 personas.
Flujo de
migrantes hacia la Unión Europea (en cientos de miles) Fuente: Eurostat
Sin embargo, contrariamente a la idea generalizada, no se
trata de una oleada de migrantes nunca vista e imposible de asimilar. En 1992, aunque la Unión Europea se componía
entonces de sólo 15 de los 28 Estados que actualmente la integran, estaba
recibiendo proporcionalmente más migrantes que en este momento: 672 000 por 380
millones de habitantes. Existe, por lo tanto, un considerable margen
antes de que los migrantes lleguen a desestabilizar la economía de la Unión
Europea, que hoy cuenta 508 millones de habitantes.
Más de 2 tercios de esos migrantes son
hombres de entre 18 y 34 años, según sus propias declaraciones. Así que, por lo
general, no se trata de familias.
Proporción de hombres entre los migrantes que
entraron a la Unión Europea en 2014.
Fuente:
Eurostat
Contrariamente a la idea que están divulgando los medios de
prensa, menos de un tercio son refugiados provenientes de zonas de
guerra. Sólo un 20% son sirios, un 7% son afganos y un 3% son iraquíes.
O sea,
los otros 2 tercios no provienen de países en guerra y son principalmente
migrantes por razones económicas.
En otras palabras, el fenómeno
de las migraciones está sólo marginalmente vinculado a la «primavera árabe» y
las guerras. Los pobres están abandonando
sus países para probar suerte en los países ricos, en total correspondencia con
el orden postcolonial y con la lógica de la globalización. Este
fenómeno, después de haber disminuido desde 1992 y hasta 2006, se ha reactivado
y ahora va en aumento. Pero lo cierto es que actualmente equivale a
un 0,12% anual de la población europea, o sea –manejado correctamente– no representa a corto plazo ningún peligro
para la Unión Europea.
El presidente de la Federación de la Industria Alemana,
Ulrich Grillo, quiere disponer de 800 000 trabajadores extranjeros
suplementarios en Alemania. Como los acuerdos europeos prohíben esa entrada masiva de mano de
obra extranjera, que encuentra además la hostilidad de la opinión pública, Grillo contribuye a poner en escena la
«crisis de los refugiados» para obtener una modificación de la reglamentación
existente.
¿Son los migrantes un problema?
Este flujo de migrantes despierta inquietud
en los pueblos europeos. Pero los grandes empresarios alemanes lo acogen con
regocijo. En diciembre de 2014, el
«patrón de patrones» alemán, Ulrich Grillo, escondía hipócritamente sus
intereses tras una fachada de buena voluntad al declarar a la agencia DPA:
«Somos desde hace mucho un país de inmigración y debemos seguir siéndolo».
Y agregaba que «como país próspero y también por amor cristiano al prójimo,
nuestro país debería permitirse a sí mismo acoger más refugiados». También
afirmaba: «Yo me distancio muy claramente de los neonazis y de los racistas que
se reúnen en Dresde y en otros lugares». Y, con un poco más de seriedad,
«Debido a nuestra evolución demográfica, garantizamos el crecimiento y la
prosperidad con la inmigración» [1].
Este discurso retoma exactamente los mismos
argumentos que presentaban los empresarios franceses en los años 1970. Otro
elemento a tener en cuenta es que hoy en día la población europea dispone de
cierto nivel de educación y de calificación, algo de lo que carece la gran
mayoría de los migrantes, que estarán por consiguiente más dispuestos a aceptar
ciertos tipos de empleos que los europeos rechazan. Progresivamente, la llegada de mano de obra no calificada y dispuesta a
aceptar condiciones de vida inferiores a las de los europeos suscitó en el
pasado tensiones en el mercado laboral. El empresariado francés
favoreció entonces la llamada «reunificación familiar». La ley de 1976, la
interpretación que de ella hizo el Consejo de Estado en 1977 y la
jurisprudencia de la Corte Europea de Derechos Humanos desestabilizaron
ampliamente la sociedad. El mismo fenómeno puede observarse en Alemania desde
que se adoptaron disposiciones similares a aquellas con la inclusión, en 2007,
de la reunificación familiar en la legislación alemana sobre la inmigración.
Contrariamente a otra idea generalizada, los migrantes económicos no plantean un
problema de identidad para Europa, pero su ausencia sí constituye un problema
para sus países de origen. Y también plantean un problema social en
Alemania, donde –debido a la política estimulada por Ulrich Grillo– la clase obrera ya está siendo víctima de una
feroz explotación.
En todos los demás países donde se han aplicado ese tipo de
políticas, no son los migrantes económicos los que han representado un problema
sino la posterior reunificación familiar.
¿Quién fabrica la imagen actual de
«crisis de los refugiados»?
Desde el inicio del año 2015, el cruce ilegal
de la frontera de Turquía hacia a Hungría, que costaba 10 000 dólares, bajó a 2
000 dólares por persona. Hay ciertamente traficantes de personas que son
verdaderos esclavistas, pero también hay
gente que ayuda a los migrantes en el cruce de las fronteras simplemente porque
quieren ayudar a personas en dificultad. En todo caso, cabe
preguntarse ¿quién paga la diferencia?
Por otro lado, al principio de la guerra contra Siria, Qatar
imprimía pasaportes sirios falsos y los entregaba a los yihadistas de al-Qaeda
para que pudieran convencer a los periodistas de la prensa atlantista de que
eran «rebeldes sirios» y no mercenarios
extranjeros. Pero actualmente, algunos
traficantes de personas están entregando pasaportes sirios falsos a migrantes
de otras nacionalidades. Y los migrantes los aceptan pensando, acertadamente, que esos
pasaportes falsos han de facilitarles la entrada en la Unión Europea. En
efecto, como los Estados miembros de la Unión Europea han cerrado sus embajadas
en Siria –con excepción de la República Checa y Rumania– ahora no tienen cómo
verificar la autenticidad de esos pasaportes.
Hace 6 meses, yo expresaba mi sorpresa ante la ceguera de
los dirigentes de la Unión Europea, señalando que no percibían la voluntad de
Estados Unidos de debilitar a sus países, incluso mediante la «crisis de los refugiados» [2]. El mes pasado, la publicación Info Direkt señalaba
que, según los servicios de inteligencia de Austria, el éxodo de refugiados
sirios hacia Europa estaba siendo orquestado por Estados Unidos [3]. Es
una imputación que está por verificar, pero también constituye una hipótesis
sólida.
En todo caso, todos
estos acontecimientos y manipulaciones carecerían de gravedad si los Estados
miembros de la Unión Europea pusieran fin a la reunificación familiar.
El único verdadero problema no
sería entonces la entrada de los migrantes sino la tragedia de los que mueren
en el intento, tratando de cruzar el Mediterráneo, precisamente la única
realidad que no moviliza a ningún dirigente europeo.
¿Qué trama la OTAN?
La OTAN, o sea el brazo armado internacional de Estados
Unidos, no ha reaccionado. Pero, según sus nuevas misiones, la
alianza atlántica se reserva la posibilidad de intervenir militarmente ante los
grandes flujos migratorios.
Sabiendo que sólo la OTAN dispone de la
capacidad de “incrustar” una información tendenciosa o simplemente falsa en la
primera plana de todos los diarios de sus países miembros, es altamente
probable que ese bloque militar esté organizando la actual campaña. Además, el
hecho que esa campaña esté presentando a todos los migrantes como refugiados
que huyen de las zonas de guerra y la insistencia
sobre el origen supuestamente sirio de todos estos migrantes hacen pensar que
la OTAN está preparando una acción pública relacionada con la guerra que
secretamente dirige contra Siria.
[1] «Allemagne: le patronat veut plus de réfugiés» [En español, “Alemania: los patrones quieren más refugiados”], AFP, 23
de diciembre de 2014.
[2] «La miopía de la Unión Europea ante la estrategia militar de
Estados Unidos», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 27 de abril de 2015.
[3] “Insider: Die USA bezahlen die Schlepper nach Europa!”, Info Direkt, 5 de agosto de 2015. «Acusan a Estados Unidos de
financiar el éxodo de refugiados hacia Europa», Red Voltaire, 13
août 2015.
Thierry Meyssan
La Republica (España)
Fuente:
red voltaire
No hay comentarios:
Publicar un comentario
REGLAS BÁSICAS PARA COMENTAR/MODERAR:
TEMÁTICA: El comentario debe estar relacionado con el post. (De este modo, evitamos los comentarios off topic que no aportan al tema de debate)
RESPETO: Se admiten las críticas constructivas. Y no se permiten comentarios que falten al respeto. (Ni del autor, ni de la página, ni al resto de comentaristas)
AUTO-BOMBO: No se admiten comentarios publicitarios o promocionales de páginas web, productos ni servicios.