Patentes de componentes biológicos y
transgénicos de la leche materna humana
Un
componente es la lactoferrina humana, utilizada comercialmente como
"aditivo nutriente antibiótico para lactantes" y en la industria
alimentaria, cómo un "suplemento del suero de leche"
Por Anastasia Gubin - La Gran Época
Uno de los temas que preocupa a la
comunidad internacional es el creciente número de demandas de patentes que
incluyen componentes biológicos humanos.
La red International Baby Food Action Network, (IBFAN),
que promueve la lactancia materna y las sanas prácticas de alimentación
infantil, advirtió en julio pasado, que es necesario entender el impacto que
traen consigo este tipo de patentes y se sumó a una petición de firmas a Nestlé
parar estas prácticas.
“Las compañías en cuestión utilizan este tipo de patentes
para reclamar la propiedad sobre los procesos y sustancias que copian de la
leche materna“, sostiene. Las patentes son una de
las fuentes que las empresas también utilizan para promocionar sus productos,
como si fueran algo único.
“Hay 2.000 patentes y aplicaciones en la oficina de EE.UU.",
destaca el Centro de documentación de IBFAN (International Code Document Centre
desk –CIDC) en Penang.
Respecto a cómo se inició esta
práctica, IBFAN relata
que la primera patente de la leche humana en Estados Unidos se presentó en 1981
cuando se aislaron y cultivaron células epiteliales mamarias.
Luego en 1985 fue patentado un
producto celular derivado de una cirugía de mama, nombrado como la leche humana
HMEC (Leche Humana epitelial Celular).
“Era
inmortal y podría dividirse indefinidamente”, describe IBFAN al referirse a la
patente numerada # 4808532, de propiedad del gobierno de EE.UU., y utilizada
por la comunidad científica y la industria biotecnológica.
Según la organización, se debe de
cumplir con del Código Internacional y las resoluciones que aporten a la salud
y al bienestar de los bebés, los niños pequeños, sus madres y sus familias,
reduciendo de esta manera la morbilidad y mortalidad infantil.
Lactoferrina
Posteriores patentes “tenían intereses comerciales y por lo general estaban
involucradas a componentes de la leche humana genéticamente modificados”, agrega el
reporte.
Para ello, surge el uso de una parte
importante de la leche materna, la
lactoferrina humana, “que tiene la
capacidad única de privar a las bacterias de hierro, por lo tanto frena el
crecimiento de las bacterias. Esta actividad natural en la leche materna se
cree que explica en parte la razón por la que al amamantar a los niños los hace
más saludables que a los bebés alimentados con fórmula”, señala.
“La leche de vaca tiene poco o nada de lactoferrina, y
los esfuerzos para extraer este componente fueron difíciles y costosos”, señala
IBFAN destacando que “la leche materna, y en particular el calostro tienen
concentraciones muy altas de lactoferrina”.
Algunos científicos creen que la lactoferrina humana podría ser
utilizada como una alternativa a los antibióticos, y comercialmente la ofrecen
como un "aditivo nutriente antibiótico para lactantes" y la industria
alimentaria, como un "suplemento del suero de leche", señala el
reporte.
Los beneficios que tiene el bebé al amamantarse con la
leche materna son descritos por la medicina, y las empresas buscan hacer
utilidad de esto.
"Además de sus propiedades
antimicrobianas, la lactoferrina humana tiene propiedades anti
-inflamatorias, desintoxicantes, actividades antioxidantes y anti-
cáncer", según un citado estudio, publicado por Goldman y su equipo en
2010.
Entre las patentes figuran los oligosacáridos,
prebióticos y probióticos de la leche materna, que figuran como componentes de
la leche humana diseñados genéticamente. A su vez genes humanos de la
lactoferrina se están metiendo en cultivos celulares, animales o plantas, para
su producción.
El reporte menciona una patente de 1987 que describe a la
"lactoferrina como un ingrediente en la dieta para promover el desarrollo
del tracto gastrointestinal”, según cita IBFAN.
El Movimiento Verde en Europa la llamó
a una patente de lactoferrina como la “Patente Mujer Pharm” y reclamó por el monopolio de
producción de drogas que usan los pechos de las mujeres.
A su vez una empresa de EE.UU. del
grupo Baylor Licensing, fabricó otra
combinación de la lactoferrina a través de cultivo celular en el que la célula
huésped usada puede ser el hongo Aspergillus awamori niger, agrega el
reporte.
La empresa
cuenta con más de 70 patentes de lactoferrina humana y ensayos clínicos sobre
su uso en la curación de heridas y úlceras del pie diabético.
“Los primeros intentos con animales
comenzaron alrededor de 1990, cuando investigadores de GenPharm Internacional,
ahora parte de Bristol Myers Squibb - Mead Johnson, insertaron el gen de lactoferrina humana
(patente # 5,545,806) en una célula embrionaria de vaca” .
Pharming de
los Países Bajos utilizó el transgénico de animales que llevaba el gen de la
lactoferrina humana en la patente # 6140552. Fue creado a través de esta
compleja ingeniería genética que inserta el gen de la lactoferrina humana en
una célula embrional bovina, señala IBFAN. La célula transformada es
trasplantada luego en una vaca.
IBFAN destacó que “se esperaba que el resultado de esta ingeniería genética daría
hembras pero “Herman” era un toro y la única cría que sobrevivió, engendró unos
55 terneros que también portaban el gen humano”.
Según el reporte “la intención de esta ingeniería genética era experimentar la
lactoferrina humana para su uso como una fórmula de aditivo para bebé”. Se sospechaba
que la totalidad de la manada se trasladó a granjas secretas en Nueva Zelanda,
Finlandia y posiblemente otros lugares.
Un caso similar es el de la vaca
transgénica Rosita que polemizó en Argentina. No solo
produce leche genéticamente modificada en que se incluyeron genes humanos, sino
se informó de causarle importantes efectos secundarios al animal.
Por su parte la modificación
genética de las plantas para producir lactoferrina la realizó Ventria Bioscience, una empresa de biotecnología EE.UU. que utilizó el arroz
para producir lactoferrina humana.
Los genes
humanos de lactoferrina y lisozima podrían estar siendo colocados en otras
plantas, tales como la cebada, el trigo, el maíz, la avena, el centeno y sorgo.
En California se convirtió en el foco de las protestas de Greenpeace, agrega el
reporte,
En 2006, Ventria fue denunciado en el Perú por los experimentos en los
niños con una solución de rehidratación oral a base de arroz. Se trataron de
ensayos clínicos realizados con el producto genéticamente modificado, no
aprobado para el consumo en Perú, lo que
creó un escándalo público y se convirtió en objeto de una investigación
criminal, señala IBFAN.
Las patentes
de componentes biológicos humanos están siendo usados en el marketing de
productos para bebés e infantiles.
Petición internacional de firmas
IBFAN anunció en julio que está
circulando una Petición en contra de las patentes de Nestlé, donde se pide a la
compañía parar con este tipo de práctica.
La campaña es promocionada por la
consultora de nutrición infantil, la canadiense Valerie W. McClain.
“En 1998 comencé a cuestionar el razonamiento detrás de
negar a las mujeres VIH positivas el derecho a amamantar. En mi investigación
para obtener respuestas me topé con una patente con componente de leche humana
para ser utilizada para el tratamiento de pacientes con VIH / sida. Así comenzó
mi búsqueda para entender por qué la mayor parte del conocimiento real de la
leche humana está a oscuras”, señaló McClein.
En su blog, Valerie publicó la
fotografía de una solicitud de patente de Nestec, que opera para Nestlé.
“La presente invención(….) obtenida
de la leche, en particular de recursos humanos y leche bovina”, describe la
solicitud, y agrega que “es usada como en composiciones para prevenir
desórdenes asociados al metabolismo de los huesos y funciones inmunes”.
Publicidad engañosa
Según IBFAN, al igual que la
industria farmacéutica, la industria de la nutrición usa las patentes para
proteger la comercialización de sus productos y para la estrategia de
publicidad.
Las patentes que involucran fórmulas infantiles se basan
generalmente en componentes de la leche humana,
lactoferrina, oligosacáridos, prebióticos y probióticos. El
fabricante reclama que su producto tiene cualidades únicas, y según IBFAN “tales afirmaciones son
prohibidas”.
“No sólo este tipo de publicidad es
engañosa a las madres, y puede hacer creer que el producto es equivalente a la
leche materna, sino que también viola códigos de etiquetado".
Los fabricantes vinculan “hábilmente
la patente” con alegaciones nutricionales, descripciones para la salud
infantil, notificaciones que la fórmula protege a los bebés de las
enfermedades, que aumenta la inteligencia o mejora la vista.
*IBFAN fue fundada el 12 de octubre 1979, después de la
reunión conjunta de la OMS y el UNICEF sobre Alimentación del Lactante y del
Niño Pequeño.
Fuente: La Gran Época
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