Financiarización del orden global
De cómo Estados Unidos impuso a Wall
Street por encima de la ONU
por Alfredo Jalife-Rahme
Antiguamente, el Consejo de Seguridad de la
ONU podía imponer sanciones contra personas, grupos o Estados que amenazaban la
paz mundial. Hoy en día, Washington utiliza la palabra «sanciones» para
disfrazar sus agresiones económicas contra todo aquel que se atreve a oponerle
resistencia. Por supuesto, a la luz del derecho internacional las «sanciones»
unilaterales de Estados Unidos son ilegales. En realidad son embargos, la
versión moderna de los asedios militares.
Alaistar Crooke |
Alastair Crooke, durante su reciente
presencia en el Istanbul Forum, concedió una impactante entrevista, de enorme
profundidad geoestratégica, a la periodista Yonca Poyraz Dogan, a cargo de la
influyente columna “Monday Talk” del rotativo turco Today’s Zaman, en su edición en inglés [1].
Crooke fue funcionario de alto rango del
espionaje británico MI6, anterior asesor en política exterior de la Unión
Europea y del senador estadounidense George Mitchell y hoy está a cargo del muy
influyente tanque pensante Conflicts
Forum, con sede en Beirut.
El británico Crooke, autor del libro Resistencia: la esencia de la revolución
islamista [2], profundiza lo consabido que han expuesto tiempo atrás tanto
Juan C. Zárate, anterior viceasistente de Baby Bush –en su libro seminal La guerra del tesoro: el desencadenamiento
de una nueva era de guerras financieras [3] de hace 6 años–, así como
el estratega financiero James Rickards –en su ponencia de hace 3 años ante el
International Institute for Strategic Studies, de Londres [4]– en
quienes me basé para sustentar una conferencia magistral en el Instituto de
Investigaciones Económicas de la UNAM hace dos años.
Alastair
Crooke explica la nueva hegemonía de Estados Unidos mediante la «financiarización del orden global», cuando
el «orden internacional depende más del control de la Reserva Federal y el
Tesoro de Estados Unidos que de la ONU».
Aporta su invaluable lectura geofinanciera
que demuestra la supremacía del dolarcentrismo financierista de Wall Street por
encima del caduco orden legal de Naciones Unidas: «El sistema de la hegemonía del dólar no requiere la dependencia de
Estados Unidos en la ONU y concede el control a la Secretaría del Tesoro
vigilada por (David) Steve Cohen», lo cual «refleja el hecho de que los
instrumentos militares son menos asequibles a la administración de Estados
Unidos debido a razones políticas domésticas». ¿Y quién vigila al
«vigilante» D. S. Cohen?
Crooke juzga que Estados Unidos y
Wall Street han logrado manipular la ONU para imponer su orden global «basado en un sistema financiero
dolarcéntrico» mediante «la
instrumentalización de la posición de Estados Unidos como controlador de todas
las transacciones en dólares con las que trasciende las viejas (sic)
herramientas de la diplomacia (sic) y de la ONU».
A su juicio, el «monopolio de la divisa de reserva (Nota: el ubicuo dolarcentrismo)
se convirtió en el instrumento unilateral
estadounidense, desplazando la acción multilateral de la ONU», cuando «Estados Unidos reclama jurisdicción sobre
cualquier transacción denominada en dólares que se realiza en cualquier parte
del mundo».
¿Con qué desprecio han de ver los
monetaristas centralbanquistas de la Reserva Federal y del Tesoro
estadounidense a la cadavérica ONU?
Hoy Estados Unidos ya no toma en cuenta el «orden internacional estructurado en torno a
la ONU y su cuerpo de leyes internacionales» y tiende a imponer sus «sanciones económicas para presionar a
algunos (sic) países». Las sanciones
económicas de Estados Unidos han sustituido a las leyes internacionales,
mientras la pléyade de financieristas monetaristas israelo-anglosajones
desplazan a la vieja guardia de juristas de Naciones Unidas.
El año pasado se calculó que las
transacciones globales en dólares estadounidenses constituyen como mínimo el
65% del intercambio de bienes y servicios, este porcentaje se ha de haber
acentuado con el desplome del euro y en medio de la «guerra de divisas» que ha provocado devaluaciones abruptas desde
el yen hasta el real.
Llama la atención la coincidencia
inédita de que los jerarcas del colosal control financierista de Estados Unidos
son 3 israelo-estadounidenses: el «vigilante» David Steve Cohen, Jack Lew
–secretario del Tesoro– y Janet Yellen, «gobernadora» de la Reserva Federal.
¡Vaya poder financierista!
Por cierto, David Steve Cohen es el
equivalente en el «México neoliberal
itamita», desde el punto de vista operativo, de Alberto Bazbaz Sacal, a
quien se le olvidó «vigilar» los
sobornos internos en su «Unidad de
Inteligencia Financiera» de la Secretaría de Hacienda –aún sin castigos
tangibles– y el extraño fraude de Ficrea.
¿Cuál es el prospecto de éxito del
nuevo orden financierista global impuesto por Estados Unidos/Wall Street?
La cosmogonía de Crooke es «geofinanciera»: aplica la geopolítica
de las finanzas a las grandes potencias, en particular, a China y Rusia,
quienes han formado una alianza para contrarrestar la «guerra geofinanciera entre Estados Unidos y Rusia» –un genuino conflicto geoestratégico que se
despliega en Ucrania, donde emergerá el nuevo orden mundial. ¡La tesis de “Bajo
la lupa”! [5]
Después de la severa paliza que propinó la
banca israelo-anglosajona a Irán –como advierte el libro de Juan Zárate– ahora
la «guerra geofinanciera» contra
Rusia –en su cuádruple modalidad: sanciones, doble desplome del rublo y del
petróleo y la masiva fuga de capitales– «el
sistema del petrodólar», que cotiza en dólares al oro negro, «se encuentra herido de muerte», según
Crooke, quien considera que «China entiende que Rusia constituye el primer
dominó; si Rusia cae, China será el siguiente», por
lo que ahora se mueven en forma conjunta para «crear un sistema financiero
paralelo desconectado del sistema financiero occidental», que
incluye la replicación del Swift y entidades como el Banco de Desarrollo
Asiático frente al FMI.
Le faltó agregar, quizá por la prisa, la creación del nuevo banco de desarrollo de los
BRICS y su «mini FMI» en la cumbre transcendental de Fortaleza que,
a mi juicio, desencadenó la furia estadounidense contra Rusia en Ucrania días más tarde
(v. gr. derribo del avión de Malaysia Airlines por los oligarcas ucranianos
vinculados a la OTAN).
Alastair Crooke señala que «fue China,
y no el FMI, quien rescata a Venezuela, Argentina y Rusia en medio del desplome
de sus divisas» e informa que China se había preocupado por el
desplome del rublo a mitad de diciembre, por lo que intervino para detener su
colapso.
Las tendencias financieras favorecen a «China, que
está desplazando al FMI y al Banco Mundial» y que opera como «barrera
ante un sistema financiero que está cambiando dramáticamente lejos del control
occidental», lo cual «afecta al
Medio Oriente» y sus flujos financieros provenientes del petróleo.
Vaticina «el fin del sistema petrodólar para recircular
los ingresos petroleros de Wall Street» cuando «la caída
del precio del petróleo ha creado súbitamente inmensas turbulencias financieras
que han puesto en peligro el sistema financiero global».
La extensa entrevista de Crooke es sencillamente
fascinante. En ella revela quiénes están detrás de los salafistas del grupo
DAESH/ISIS/ISIL [Emirato Islámico. Nota de la Red Voltaire.] y la forma en que
el desplome artificial del precio del petróleo tiene como objetivo «dañar a
Irán y presionar a Rusia para modificar su postura y apoyo al presidente Bachar
al-Assad» de Siria, y la manera en que los «derivados financieros»
de Wall Street jugaron un papel decisivo, como lo hacen ahora con los metales
preciosos, en particular, el oro y la plata.
Alfredo
Jalife-Rahme
Fuente
La
Jornada (México)
[1] “Turkey might become hostage to ISIL just like Pakistan did”, Yonca Poyraz Doğan, Today’s
Zaman, February 1, 2015.[2] Resistance: The Essence of the Islamist Revolution, Alastair Crooke, Pluto Press (February 17, 2009), 328 pages.
[3] Treasury’s War: The Unleashing of a New Era of Financial Warfare, Juan Zarate, PublicAffairs (2013), 512 pages.
[4] Currencies of Power and the Power of Currencies: The Geopolitics of Currencies, Reserves and the Global Financial System, James Rickards, IISS Seminar (2012), 18 pages.
[5] Blog d’Alfredo Jalife-Rahme.
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