Archivos desclasificados: Mossad
espió a opositores del apartheid y el FBI se negó a investigar
Por Verdad Ahora
El año 2013 marca el vigésimo aniversario de
la controversia que involucró a la Liga Anti-Difamación de B'nai B'rith (ADL),
cuando se descubrió que la organización había infiltrado, espiado y violado los
derechos de privacidad de un amplio número de grupos anti-apartheid y
activistas pro derechos civiles, mediante la adquisición ilegal de datos
entregados por funcionarios policiales corruptos. La mejor retrospectiva del
caso es realizada por el analista de Medio Oriente, Jeffrey Blankfort – quien
también fue monitoreado por la Liga – en su libro "The Strange History of
the Anti Defamation League: ADL Spies".
*El siguiente
artículo fue publicado originalmente en el Institute for Research:
Middle Eastern Policy (IRmep) y es traducido en exclusiva en español para Verdad Ahora.
Muchos estadounidenses quedaron
impactados en 1993 al leer sobre la existencia de una vasta red de espionaje
del ADL que no sólo pasaba información al Mossad, sino también a los servicios de inteligencia sudafricanos del apartheid – resultando
posiblemente en la misteriosa muerte de Chris Hani y la apresurada deportación
o detención de muchos palestinos.
Nuevos archivos desclasificados del
FBI revelan no sólo el flujo de cartas enviadas al Congreso y promesas de
justicia no cumplidas por el Bureau, sino las tácticas usadas por el ADL que el
lobby israelí ha desplegado desde 1940 para evadir su responsabilidad en graves
crímenes. Los expedientes del FBI, que
originalmente serían desclasificados en 2038, fueron repentinamente liberados a
través de un requerimiento por Ley de Libertad de Información (FOIA, en inglés) realizado
por el sitio IRmep el 20 de noviembre de 2013, y ahora pueden ser descargados
desde el Israel LobbyArchive (ver
enlaces al final de este artículo).
Se destapa la red
Un
memorándum del 16 de marzo de 1993 inició la investigación de espionaje del ADL
en la oficina del FBI de Los Angeles. El FBI
descubrió a “individuos no identificados de la Liga Anti-Difamación (ADL) en
posesión de información clasificada del Bureau [Federal de Investigaciones]”,
junto a “reportes policiales confidenciales y archivos pertenecientes al
Departamento de Policía de San Francisco”. Todo comenzó cuando las oficinas de
la organización en Los Angeles y San Francisco fueron allanadas y registradas
con orden judicial.
Hasta ese momento, Israel estaba
interesado en mantener estrechos lazos económicos y militares (incluyendo la
venta de armas nucleares) con el régimen sudafricano del apartheid. El ADL de
B'nai B'rith, en frecuente contacto con el consultado israelí, se vio obligado
a cooperar. El FBI descubrió que uno de sus
propios documentos estaba en poder de la división del ADL de Los Angeles. El archivo consistía en “un
resumen de actividades relacionadas con el African National Congress (Consejo
Nacional Africano, en español)”. El FBI notó inmediatamente que el
ADL – que había invertido décadas forjando relaciones fructíferas con el Bureau
– no estaba cooperando en su investigación. Las “armas pesadas” de Israel se
hicieron sentir a finales del mes.
Generales israelíes visitan la
Fiscalía General de EEUU
El FBI ya
había experimentado, reiteradamente, una incómoda interferencia externa en sus
investigaciones sobre las redes de espionaje y contrabando de Israel en Estados
Unidos.
El escándalo del ADL no fue la excepción. En la década
de los 40, el FBI presenció el repentino abandono de procesamientos contra
cientos de estadounidenses que traficaban, ilegalmente, armas convencionales
para combatientes judíos en Palestina, financiadas con dineros emitidos desde
Nueva York. La intervención de autoridades israelíes y el contribuidor
de campañas políticas, Abraham Feinberg, fue suficiente para que el
Departamento de Justicia desistiera de procesar a los inculpados.
Un memorándum del FBI del 31 de
marzo de 1993 revela que “dos personas, descritas como
‘generales israelíes’, están (viajando) o a punto de viajar a Washington, D.C…
el propósito de su viaje es intentar visitar a la Fiscal General para presionar
por el fin de las investigaciones del FBI… Las investigaciones del FBI sobre
estas materias están causando un gran problema de interferencia en las
actividades estadounidenses de la Liga Anti-Difamación… Israel está buscando
interceder en nombre del ADL”.
Los estadounidenses piden justicia
Montones de cartas al Congreso
fueron dirigidas al FBI y a la fiscal general Janet Reno pidiendo agilizar la
persecución criminal del ADL. Pese a que solían distanciarse del sustento de
las quejas, los congresistas Robert Kerrey, John McCain, Richard Lugar, Hank Brown,
Jill Long, Dennis De Concini, y Ernest Hollings, se vieron forzados a reenviar
las cartas de indignación. El Consejero Legislativo del FBI, Charles E.
Mandigo, revisó demandas para enjuiciar al “ex oficial policial de San
Francisco y ex agente de la CIA [Thomas Gerard]”, quien “vendía información
policial sobre estadounidenses árabes a agentes del Mossad”. Mandigo aseguró
que el FBI buscaría “activamente el enjuiciamiento de cualquier individuo o
empresa que se descubra (estando) involucrada en actividades ilegales”. Las
expectativas, sin embargo, no fueron alcanzadas.
Cambio de personal
Después de entrevistar a un ex
bibliotecario del ADL que había trabajado con el contratista encubierto Roy
Bullock, el FBI se enfocó rápidamente en el director regional del ADL, David
Lehrer, como el principal sospechoso de adquirir y transferir archivos clasificados
del Bureau a través de la Liga. La oficina del FBI de Los Ángeles
pidió una y otra vez que el director del Bureau autorizara una entrevista
formal con Lehrer. Pero el director del FBI William Sessions, instalado desde
la administración Reagan, abandonó su puesto en julio de 1993. El director
interino Floyd Clarke no tomó ninguna acción antes de abandonar el FBI el 1 de
septiembre. No fue sino
hasta el 23 del mismo mes, que el nuevo director del FBI de la administración
Clinton, Louis Free, autorizó que el agente especial Edward J. Curran hiciera
la única entrevista que podía llevar al procesamiento de los responsables. El documento
ordena: “entrevista personalmente a David Lehrer, Director Regional – ADL – Los
Angeles… La entrevista será conducida según los estatutos FCIM 65-5.1, y
registrada en una FD-302 en el evento de que esta materia requiera posible
enjuiciamiento”.
Pero fue
demasiado tarde. Israel había tenido medio año para impulsar el bloqueo de las
investigaciones. El 1 de diciembre de 1993, el ministro de Justicia israelí, David Libai,
se reunió por una hora con la fiscal general Janet Reno. Libai gastó los
primeros treinta minutos para asegurar, inútilmente, que se llevara a efecto la
recomendación hecha por Reno al Presidente Clinton de que la sentencia del
espía del Mossad. Jonathan Pollard, fuera conmutada. Lo que Libai
hizo durante los treinta minutos restantes no fue revelado, pero el 22 de marzo
de 1994, la oficina del FBI de Los Angeles informó que cerraría su
investigación sobre el espionaje del ADL – aparentemente sin haber entrevistado
a Lehrer. En abril, Janet Reno leyó escandalizada el último informe de la Liga
Anti-Difamación sobre el peligro de las milicias estadounidenses. La incómoda
relación entre el FBI y el ADL – ordenada primero por J. Edgar Hoover y
renovada más tarde por el director del Buraeu, William Webster – estaba
nuevamente en pie.
Continúan las actividades
Hasta la desclasificación de estos
nuevos archivos, nunca quedó muy claro si el FBI investigó apropiadamente la
circulación ilegal de sus archivos confidenciales. Sólo ahora la “controversia de archivos” del ADL podrá entrar en
el panteón de investigaciones criminales del lobby israelí que han sido
cerradas inapropiadamente.
El incidente de 1993 tiene muchas
similitudes con el escándalo de espionaje de AIPAC de 2005, cuando un
oficial del Departamento de Defensa y dos empleados del AIPAC fueron acusados
bajo la Ley de Espionaje por filtrar información clasificada de interés
nacional, en un intento no exitoso de fomentar un ataque de Estados Unidos
contra Irán.
AIPAC expulsó a Steven J. Rosen y
Keith Weismann por conductas que no se condecían “con los estándares que AIPAC
espera de sus empleados” – pese a que las actividades de la pareja habían sido
premiadas largamente por la organización. La acción sugirió que AIPAC quería
prevenir un procesamiento criminal fatal para la organización en su conjunto. Las autoridades del Departamento de Justicia del gobierno de Obama
anularon el enjuiciamiento criminal poco después de que el presidente llegara a
la oficina oval, en 2009. Como en el caso de AIPAC, el director nacional del ADL,
Abraham Foxman, despidió a Lehrer en 2002 sin ninguna explicación.
Documentos desclasificados
(Incluye: Un memorándum de fecha 15/3/1993 al
director del FBI, que describe a “individuos no identificados de la Liga
Anti-Difamación (ADL) en posesión de información clasificada del Bureau
[Federal de Investigaciones]”; documento que consigna contacto entre agente
especial del FBI y “ex empleado del ADL” para averiguar “cómo el ADL se
convirtió en receptor de un documento del FBI; un memorándum secreto del FBI
indica que el ADL consiguió “un resumen de actividades relacionadas con el
Congreso Nacional Africano (ANC)”; un memorándum de fecha 31/3/1993 revela “dos
personas, descritas como ‘generales israelíes’, están (viajando) o a punto de
viajar a Washington, D.C… el propósito de su viaje es intentar visitar a la
Fiscal General para presionar por el fin de las investigaciones del FBI”;
entrevista conducida por el FBI al “testigo bibliotecario”; recortes de prensa
sobre el “escándalo de espionaje” del ADL; un memorándum de fecha 9/23/1993 en
que el director del FBI autoriza al agente especial Edward J. Curran
"entrevistar personalmente a David Lehrer, Director Regional - ADL - Los
Angeles”; un teletipo de fecha 22/3/1994, en que el FBI de Los Angeles cierra
investigación sin entrevistar a David Lehrer, y más).
(Incluye: Cartas ciudadanas al Congreso
pidiendo acelerar la acción de la policía en el escándalo del ADL; el Consejero
Legislativo del FBI, Charles E. Mandigo, asegura que perseguirá a responsables
del escándalo).
(Incluye: El Consejero Legislativo del FBI,
Charles E. Mandigo responde preguntas sobre el enjuiciamiento de un “ex oficial
policial de San Francisco y ex agente de la CIA [Thomas Gerard]”, quien “vendía
información policial sobre estadounidenses árabes a agentes del Mossad”).
(Incluye: Documentos del FBI con fecha
4/4/1994, expuestos luego de un requerimiento bajo FOIA del periodista Scott
Thompson, pidiendo información sobre vínculos con el ADL. “La actual liberación
de material consiste en archivos de la Oficina de Campo de Nueva York en
relación a una investigación de extorsión, una investigación del Departamento
de Estado, y un archivo administrativo de relaciones/correspondencia públicas.
El material documental claramente los vínculos entre la Oficina de Campo de
Nueva York y la oficina del ADL en Nueva York; una carta con fecha 9/1/1979 del
ADL, pidiendo al director del FBI William Webster un asesor para que “nos
aconseje sobre medidas de seguridad para nuestra prontamente nueva casa en el
823 de United Nations Plaza; respuesta de Webster con fecha 5/2/1979;
correspondencia de Janet Reno sobre informe de milicias armadas emitido por el
ADL, con fecha 1/5/1994).
Fuente:
Verdad Ahora
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