CFK obliga a las embarazadas a
aplicarse una vacuna que puede producir abortos.
Se incorpora al Calendario de Vacunación, la
vacuna Trivalente Bacteriana Acelular o DTaP, y es mandatoria y compulsiva para
todas las futuras madres de la Argentina. Esta es una vacuna más, dentro del
arsenal de armas biológicas que las farmacéuticas utilizan, para destruir la
sociedad Argentina.
La vacuna en cuestión, está contraindicada para embazadas en otros países
dado que posee un nefasto registro de 16% de
abortos, luego de su aplicación. Sin embargo en Argentina se incorpora de forma
obligatoria, para todas las embarazadas a partir de la semana 11 de gestación.
Según el
VAERS, el
organismo que recopila los reportes de efectos adversos producidos por las
vacunas en EE.UU, para la DTaP se registraron sólo en 2011, 50.345
reportes de efectos adversos y 785 muertes. Estas son cifras que pueden ser
consideradas como conservadoras, ya que el propio VAERS reconoce que sólo el
5% de los efectos adversos graves son denunciados.
El prospecto de la Triple Bacteriana Acelular, distribuido
en varios países incluye entre sus efectos adversos, la
parálisis y la inmunodeficiencia congénita en el caso de su aplicación durante
el embarazo.
Hace quince años atrás, era unánime en la totalidad de la comunidad médica, la
contraindicación de cualquier vacuna durante el embarazo, ya que esto puede inducir
abortos. Por lo que no podemos evitar preguntarnos: ¿No son iguales
las embarazadas de hace 15 años que las de ahora?
El gobierno
de Cristina Fernandez Wilhelm de Kirchner, y la mafia farmacéutica, llevan a
cabo una política de esterilización y contranatalidad encubierta, induciendo
abortos y afectando la salud reproductiva de millones de niñas y la prueba de
esto, es la incorporación mandatoria y compulsiva de la vacuna contra el HPV, cuyos
efectos adversos son devastadores. Destruye el tejido ovárico, y puede
provocar parálisis e incluso la muerte.
¿De dónde se desprende la apoyatura
pseudo-científica para avalar este democidio?
El Estado se
basa en: "informes" (no estudios) realizados por los laboratorios
fabricantes de vacunas, que luego dan lugar a artículos en las principales
publicaciones médicas. Los laboratorios se valen de estas
"prestigiosas" publicaciones para difundir sus productos en la
comunidad médica. Las agencias de "Salud" de los Estados, encargadas
de velar por la salud de los pueblos, recogen como verdades médicas estos
artículos, que serán el fundamento para las nuevas recomendaciones en la
modificación o implementación, de las políticas de salud pública. Esto es, un
insulto a la inteligencia y al sentido común, y un crimen contra la humanidad.
Una Tiranía Médica
(Pseudo-Científica), donde el objetivo no es el cuidado de la salud, sino la
creación de nuevos negocios y el mantenimiento de las enfermedades
deliberadamente creadas. Las voces de quienes advierten la
estafa de las vacunas, científicos y profesionales de la salud, de Argentina y
del mundo, son ignoradas por los medios masivos y el Ministerio de Salud de
Argentina, realiza la vacunación mandatoria y compulsiva de todos los
ciudadanos.
Datos sobre la vacuna DTaP que debés
saber: la FDA, la
clasifica cómo Clase C, lo que significa que se desconocen los efectos que
pueda causar en el feto, por lo que no se recomienda su aplicación durante la
gestación. El NIH (National Institutes of Health) de EE.UU. recibió los resultados de
pruebas en ratas preñadas, donde un número significativo de crías presentaron
inmunodeficiencia congénita, y admite no haber avanzado con estudios en
humanos. Esto significa, que las embarazadas de Argentina serán la
"prueba en humanos", de una vacuna experimental que les aplicará de
forma mandatoria su propio gobierno.
Ingredientes nocivos en la DTap:
Formaldehído (cancerígeno).
Hidróxido de aluminio y fosfato de aluminio (metal
pesado, tóxico).
Thimerosal o tiosalicilato de etil mercurio (metal
pesado, tóxico).
Polisorbato80 (conservante, esterilizante en
mamíferos).
Fluido de embrión de pollo (alergénico).
Repasemos las fuentes
pseudo-"científicas" del Gobierno Federal, del Estado Nacional de la
República Argentina, para vacunar compulsivamente a todos los ciudadanos en
contra de los derechos civiles y el sentido común. Y en contra del derecho a
decidir y a ser informados de los padres.
La FDA (Food and Drugs
Administration), que no obliga a los laboratorios a publicar los resultados
negativos de sus estudios. "La FDA y los laboratorios duermen en la misma
cama" declaró el ex Senador Ron Paul. Y los CDC´s (Centers for Disease Control
and Prevention), mismo organismo que recientemente reconoció haber administrado
vacunas conteniendo un virus cancerígeno, a 100 millones de estadounidenses
durante más de una década.
La Ley Nacional de Vacunación
Obligatoria 22.909/83.
Es
inconstitucional ya que representa una clara afrenta contra el Derecho a la
Integridad Física y es una forma de medicación forzada, algo que es completamente ilegal. Y
algo más impresionante aun y que es omitido por toda la “clase” política
cómplice, es que esta supuesta Ley 22.909 de Vacunación Obligatoria, ni
siquiera es una ley, sino un decreto de la dictadura militar del General
Bignone de 1983. Es decir, su texto no ha sido ni redactado, ni aprobado por
los representantes del Pueblo en el Congreso Nacional y aunque lo fuera en un futuro, sería inconstitucional e
ilegal.
Por otra parte, algunos jueces han
tomando para sí mismos, atribuciones que se encuentran por fuera del derecho
constitucional. Su función, es la de impartir justicia. Y para el caso de las vacunaciones mandatorias y compulsivas no se
aprecia ningún otro delito, que el abuso de poder y el atentado a la salud
pública que comete el Estado. No es facultad de los señores magistrados, decirle a los
ciudadanos lo que deben hacer, o cómo deben cuidar de su salud o la de sus
hijos.
Existen antecedentes que sientan
jurisprudencia peligrosa sobre vacunaciones compulsivas en Argentina. En
Octubre de 2010 la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires,
ordenó a un matrimonio de orientación holística ayurveda, a vacunar
compulsivamente a su hijo recién nacido sin perjuicio de utilizar la fuerza
pública para ello. Este
ha sido un fallo lamentable y descarado, ya que es el propio Estado diciéndoles
a los ciudadanos soberanos, que sus hijos no son suyos, y por lo tanto serán
vacunados compulsivamente con un arma biológica. Esto
atenta contra el legítimo derecho de los padres, a decidir lo que consideren
conveniente para la salud de sus hijos.
En el polémico fallo, se hace referencia
a la patria potestad como un derecho limitado al bienestar del niño, y no al
deseo o interés de los padres. Una aberración legal, donde se
anteponen los criterios de la tiranía médica, como verdades absolutas, por
sobre la capacidad de decidir de los padres.
Los prospectos de la mayoría de las
vacunas reconocen una variedad de efectos adversos,
entre los que se incluye la parálisis y la muerte.
¿Se piensa
realmente en el resguardo del niño, cuando se le aplica un arma biológica que
lo puede dejar paralizado o provocarle la muerte, para supuestamente prevenir
una enfermedad que aun no ha contraído, que no se sabe si la contraerá y que de
contraerla, podría tranquilamente sobrevivir?
La mayoría de los prospectos de
vacunas, reconocen no asegurar completa inmunidad para la enfermedad que dicen
prevenir.
¿Qué
resguardo de la salud harán los magistrados, inyectando a un niño con un arma
biológica que no previene en un 100% la enfermedad que debe prevenir, y que a
la vez puede incapacitar o matar?
Si las personas vacunadas, están
realmente inmunizadas contra una enfermedad infecciosa. ¿Cuál sería el problema, o el riesgo que puedan correr, entrando
en contacto con aquellos que no lo están? Así vemos despedazarse, el argumento falaz de
estar actuando conforme a otro interés, que no sean: el propio miedo, o el
beneficio económico de las farmacéuticas.
Las vacunas no generan inmunidad
sino inmunocompromiso, y de hecho muchas vacunas lo reconocen en sus
prospectos. Sin embargo la mafia médica, la
“clase” política y los jueces, parecen estár completamente decididos, a vacunar
compulsivamente a todos los ciudadanos desde la primera infancia.
Algo más preocupante en los
argumentos presentados en el fallo de estos magistrados que definiré como, “completos
ignorantes de los derechos civiles” es la de atribuirse la potestad de
actuar en favor del bien común, por sobre los derechos individuales de los
ciudadanos, en casos de epidemia. Es decir, si los laboratorios
vuelven a inventar una falsa pandemia, como la de la gripe H1N1 en 2009, el
gobierno nacional y los jueces, se atribuyen el derecho de vacunar a toda la
población compulsivamente.
Las vacunaciones compulsivas y
obligatorias deben terminar: Los derechos individuales, no son
algo que el Estado pueda decidir, si se los va a conceder a los ciudadanos o
no.
Es el
momento de que los hombres y mujeres de todo el país, se pronuncien de forma
contundente respecto a su intención de resistir las vacunaciones mandatorias, ante la
creciente tiranía a la que nos vemos sometidos. De lo contrario, sólo podemos
esperar más vacunaciones ilegales, compulsivas y mandatorias, en perjuicio de
la salud del pueblo y en beneficio de los intereses económicos de las
farmacéuticas.
Matias
Díaz
Fuente:
BWN Argentina
No hay comentarios:
Publicar un comentario
REGLAS BÁSICAS PARA COMENTAR/MODERAR:
TEMÁTICA: El comentario debe estar relacionado con el post. (De este modo, evitamos los comentarios off topic que no aportan al tema de debate)
RESPETO: Se admiten las críticas constructivas. Y no se permiten comentarios que falten al respeto. (Ni del autor, ni de la página, ni al resto de comentaristas)
AUTO-BOMBO: No se admiten comentarios publicitarios o promocionales de páginas web, productos ni servicios.