¿Quién está detrás del
atentado contra Charlie Hebdo?
por Thierry Meyssan
Numerosos franceses denuncian
el islamismo y manifiestan en las calles en reacción contra el atentado
perpetrado en París contra el semanario satírico Charlie Hebdo. Por su parte,
Thierry Meyssan observa que la interpretación yihadista carece de sentido. Aunque
sería más conveniente para él sumarse al coro de quienes denuncian una
operación de al-Qaeda o del Emirato Islámico en París, Thierry Meyssan expone
una hipótesis diferente, pero mucho más peligrosa.
En este reportaje, la
televisión francesa France24 mutila el video original para que televidentes no
vean el momento en que los atacantes ultiman al policía herido.
El 7 de enero de 2015, un
comando irrumpe en la sede parisina de Charlie
Hebbo y asesina 12 personas. Otras 4 víctimas han sido reportadas en estado
grave.
En los videos se oye a los
atacantes gritar «¡Allah Akbar!» y
afirmar después que han «vengado a
Mahoma». Una testigo, la dibujante Coco, afirmó que los individuos decían
ser de al-Qaeda. Eso ha bastado para que numerosos franceses denuncien el hecho
como un atentado islamista.
Pero esa hipótesis es ilógica.
La misión del comando no coincide con la
ideología yihadista
En efecto, los miembros o
simpatizantes de grupos como la Hermandad Musulmana, al-Qaeda o el Emirato
Islámico [1] no se habrían limitado a matar dibujantes ateos. Habrían
comenzado por destruir los archivos de la publicación en presencia de las
víctimas, como lo han hecho en la totalidad de las acciones que perpetran en el
Magreb y el Levante. Para los yihadistas, lo primero es destruir los objetos
que –según ellos– ofenden a Dios, antes de castigar a los «enemigos de Dios».
Y tampoco se habrían replegado
de inmediato, huyendo de la policía, sin completar su misión. Por el contrario,
la habrían realizado hasta el final aunque eso les costase la vida.
Por otro lado, los videos y
varios testimonios muestran que los atacantes son profesionales. Están
acostumbrados al manejo de armas y sólo disparan cuando es realmente necesario.
Su indumentaria tampoco es la de los yihadistas sino más bien la que
caracteriza a los comandos militares.
Su manera de ejecutar en el
suelo un policía herido, que no representaba un peligro para ellos, demuestra
que su misión no era «vengar a Mahoma»
del humor no muy fino de Charlie Hebdo.
El
video censurado por los canales de televisión de Francia
Objetivo de la operación: favorecer el inicio
de una guerra civil
Los atacantes hablan bien el
idioma francés y es muy probable que sean franceses, lo cual no justifica la
conclusión de que todo sea un incidente franco-francés. Por el contrario, el
hecho de que se trata de profesionales nos obliga a separar estos ejecutores de
quienes dieron la orden de realizar la operación. Y nada demuestra que estos
últimos sean franceses.
Es un reflejo normal, pero
intelectualmente erróneo, creer que conocemos a nuestros agresores en el
momento en que acabamos de sufrir la agresión. Eso es lo más lógico, tratándose
de la criminalidad común y corriente. Pero no es así cuando se trata de
política internacional.
Quienes dieron las
órdenes que llevaron a la ejecución de este atentado sabían que estaban
provocando una ruptura entre los franceses de religión musulmana y los
franceses no musulmanes. El semanario satírico francés Charlie Hebdo se había especializado en
las provocaciones antimusulmanas, de las que la mayoría de los musulmanes de
Francia han sido víctimas directa o indirectamente. Si bien los musulmanes de
Francia no dejarán seguramente de condenar este atentado, les será difícil
sentir por las víctimas tanto dolor como los lectores de la publicación. Y no
faltarán quienes interpreten eso como una forma de complicidad con los asesinos.
Es por eso que, en vez de
considerar este atentado extremadamente sanguinario como una venganza islamista
contra el semanario que publicó en Francia las caricaturas sobre Mahoma y
dedicó reiteradamente su primera plana a caricaturas antimusulmanas, sería más
lógico pensar que se trata del primer episodio de un proceso tendiente a crear
una situación de guerra civil.
La estrategia del
«choque de civilizaciones» fue concebida en Tel
Aviv y Washington
La ideología y la estrategia de
la Hermandad Musulmana, al-Qaeda y el Emirato Islámico no predica provocar una
guerra civil en «Occidente» sino, por
el contrario, desatar la guerra civil en el «Oriente»
y separar ambos mundos herméticamente. Ni Said Qotb, ni ninguno de sus
sucesores llamaron nunca a provocar enfrentamientos entre musulmanes y no
musulmanes en el terreno de estos últimos.
Por el contrario, quien formuló
la estrategia del «choque de
civilizaciones» fue Bernard Lewis y lo hizo por encargo del Consejo de
Seguridad Nacional de Estados Unidos. Esa estrategia fue divulgada
posteriormente por Samuel Huntington, presentándola no como una estrategia de
conquista sino como una situación que podía llegar a producirse [2]. El
objetivo era convencer a los pueblos de los países miembros de la OTAN de que
era inevitable un enfrentamiento, justificando así el carácter preventivo de lo
que sería la «guerra contra el
terrorismo».
No es en El Cairo, en Riad ni
en Kabul donde se predica el «choque de
civilizaciones» sino en Washington y en Tel Aviv.
Quienes dieron la orden que
llevó al atentado contra Charlie Hebdo
no estaban interesados en contentar a yihadistas o talibanes sino a los
neoconservadores o los halcones liberales.
No debemos olvidar
los precedentes históricos
Tenemos que recordar que
durante las últimas décadas hemos visto a los servicios especiales de Estados
Unidos y de la OTAN
- utilizar en Francia la población civil como conejillos de
Indias para experimentar los efectos devastadores de ciertas drogas [3];
- respaldar a la OAS para asesinar al presidente francés Charles
De Gaulle [4];
- proceder a la realización de atentados “bajo bandera falsa”
contra la población civil en varios países miembros de la OTAN [5].
Tenemos que recordar que, desde
el desmembramiento de Yugoslavia, el estado mayor estadounidense ha
experimentado y puesto en práctica en numerosos países su estrategia conocida
como «pelea de perros», que consiste
en matar miembros de la comunidad mayoritaria y matar después miembros de las
minorías para lograr que ambas partes se acusen entre sí y que cada una de
ellas crea que la otra está tratando de exterminarla. Fue así como Washington
provocó la guerra civil en Yugoslavia y, últimamente, en Ucrania [6].
Los franceses harían bien en
recordar igualmente que no fueron ellos quienes tomaron la iniciativa de la
lucha contra los yihadistas que regresaban de Siria e Irak. Por cierto, ninguno
de esos individuos ha cometido hasta ahora ningún atentado en Francia ya que el
caso de Mehdi Nemmouche no puede catalogarse como un hecho perpetrado por un
terrorista solitario sino por un agente encargado de ejecutar en Bruselas a 2
agentes del Mosad [7] [8]. Fue Washington quien convocó, el 6 de febrero de
2014, a los ministros del Interior de Alemania, Estados Unidos, Francia (el
señor Valls envió un representante), Italia, Polonia y Reino Unido para que
inscribieran el regreso de los yihadistas europeos como una cuestión de
seguridad nacional [9]. Fue sólo después de aquella reunión que la
prensa francesa abordó ese tema dado el hecho que las autoridades habían
comenzado a actuar.
Expresándose
por primera vez en francés para dirigir un mensaje a los franceses, John Kerry
denuncia un ataque contra la libertad –cuando su país no vacila, desde 1995, en
bombardear y destruir las estaciones de televisión que le molestan, tanto en
Yugoslavia como en Afganistán, en Irak y en Libia– y celebra la lucha contra el
oscurantismo.
No sabemos quién ordenó este
ataque profesional contra Charlie Hebdo
pero sí sabemos que no debemos precipitarnos. Tendríamos que tener en cuenta
todas las hipótesis y admitir que, en este momento, su objetivo más probable es
dividirnos y que lo más probable es que quienes dieron la orden estén en
Washington.
Thierry Meyssan
[1] También
conocido bajo su acrónimo árabe como Daesh y designado –por razones de
propaganda– como ISIS por la administración estadounidense, el autoproclamado
Emirato Islámico es el grupo que se identificaba anteriormente como Emirato
Islámico en Irak y el Levante (EIIL).
[2] «La “guerra de
civilizaciones”», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 7 de diciembre de
2004.
[3] «Cuando la CIA
utilizaba ciudadanos franceses como conejillos de India», por Hank P.
Albarelli Jr., Red Voltaire, 30 de marzo de 2010.
[4] «Cuando el
stay-behind quiso derrocar a De Gaulle», por Thierry Meyssan, Red
Voltaire, 28 de agosto de 2009.
[5] «Les Armées
Secrètes de l’OTAN», por Daniele Ganser, éd. Demi-Lune. Los lectores
pueden ver la traducción al español de esa obra publicada por capítulos en el
sitio de la Red Voltaire.
[6] «El
representante adjunto de la ONU en Afganistán expulsado de su puesto», «¿Puede
Washington derrocar tres gobiernos a la vez?», por Thierry Meyssan,
Al-Watan (Siria) y Red Voltaire, 3 de octubre de 2009 y 24 de febrero de 2014.
[7] «El caso
Nemmouche y los servicios secretos atlantistas », por Thierry Meyssan,
Al-Watan (Siria), Red Voltaire, 9 de junio de 2014.
[8]
Algunos citarán, en contraposición, los casos de Khaled Kelkal (1995) y de
Mohammed Mehra (2012) como casos de «lobos solitarios» vinculados a yihadistas,
pero que no tienen nada que ver con Siria ni con Irak. Desgraciadamente, estos
2 individuos fueron eliminados por las fuerzas del orden, lo cual hace
imposible la verificación de las teorías oficiales.
[9] «Siria se
convierte en “tema de seguridad interna” para Estados Unidos y la Unión
Europea», Red Voltaire, 8 de febrero de 2014.
Fuente: red voltaire
No hay comentarios:
Publicar un comentario
REGLAS BÁSICAS PARA COMENTAR/MODERAR:
TEMÁTICA: El comentario debe estar relacionado con el post. (De este modo, evitamos los comentarios off topic que no aportan al tema de debate)
RESPETO: Se admiten las críticas constructivas. Y no se permiten comentarios que falten al respeto. (Ni del autor, ni de la página, ni al resto de comentaristas)
AUTO-BOMBO: No se admiten comentarios publicitarios o promocionales de páginas web, productos ni servicios.